I Abyssick – «Ashes Enthroned»

2021 Sleaszy Ride Records

Sí, lo sé, no es un lanzamiento nuevo, aunque para mí ha sido un enorme descubrimiento y una bofetada en toda la cara y por eso, no puedo por menos que escribir unas líneas acerca de esta banda griega donde está Constantine Maris, cantante, guitarrista y compositor de los griegos Forbidden Seed.

¿Y cómo he llegado a descubrirlos? Pues sencillo. En la era de la tecnología y las redes sociales, me asaltó, hace unos días, en el perfil de Constantine, un vídeo en directo, que pensé que seria de Forbidden Seed, pero al ver el nombre de la banda, me quedé un poco descolocado. Comencé a verlo y evidentemente era Constantine quien cantaba, pero el estilo era completamente opuesto a Forbidden, pero igualmente interesante.

¡¡Así que los busqué en Spotify y bingo!!, ahí estaban para que los pudiera escuchar, y cual fue mi sorpresa cuando descubrí a esta banda, con su heavy/doom tan denso y aplastante como un día nublado antes de la tormenta.

Descubrí que el disco era de 2021 y que el video que vi era de su primera actuación en vivo en 2022 y no pude evitar contactar con Constantine para que me dijera qué era este proyecto, comentándome que no es proyecto, es banda. Vamos que está en las dos bandas y, bueno, algún detallito más que me comentó, pero que se queda entre él y yo.

De hecho, la banda se forma en 2017 cuando se unen Constantine Maris a las guitarras/voces y Aggelos Seaito a la batería, para dar forma a sus inquietudes y ver hasta qué limites podían llevar sus perspectivas musicales.

En ese mismo año, contactaron con Makis Sel para el bajo y George Petropoulos para las guitarras, para completar el grupo y grabar su primer disco.

El artwork y el diseño ha corrido a cargo de Remedy Art Studios, mismo estudio que ha hecho artworks para The Midgard Project, Kamelot, Evergrey, Arrayan Path, Oceans of Slumber y un sinfín de grupos. Y sí, es un estudio que me encantan sus diseños y este me encanta tanto como el resto de sus trabajos. Es sencillamente espectacular y embriagador. Es un artwork difícilmente describible, así que os recomiendo que lo busquéis y juzguéis vosotros mismos.

La mezcla, masterización y demás ha sido realizada por Kosta Vreto en los Littlebig Studios de Thessalonikka y la producción ha ido a cargo del propio Constantine Maris, consiguiendo un sonido nítido a la par que denso y contundente, logrando así que sea una delicia llevarse este trabajo a los oídos.

La voz de Constantine, es de las mejores del panorama europeo sin duda, de las mas expresivas que he oído en los muchos años que llevo en esto de la música. Enorme vocalista que merece más reconocimiento por parte de todos. Y un excelente compositor como ha demostrado tanto en Forbidden como aquí en I Abyssick.

El trabajo de Aggelo en la batería, es espectacular, cómo mantiene los tempos, con la dificultad que entraña en trabajar a tempos lentos y las variaciones que introduce son brutales (como aprendiz de batería, sé lo que digo, los tempos lentos por debajo de 60-70 son súper difíciles).

Las guitarras, tanto de Constantine como de George, suenas potentes y duras, y los solos son espectaculares. Transmiten tanto que a veces parecen que canten ellas. Y el bajo de Makis, es el complemento perfecto, sonando por todo el disco y haciendo el colchón ideal a toda la música y con la complicación de tener que ir a los tempos de la batería.

Y en lo musical, nos enfrentamos a nueve cortes y 60 minutos de una mezcla espectacular de heavy metal pesado y contundente, con doom metal, atmósferas y sentimientos a flor de piel. Es más, a la segunda escucha me compré el disco, así de sencillo. Contacte con la banda a través de su bandcamp y ya está de camino a casa.

Aparte, este disco es de esos discos en los cuales debes sumergirte, para extraerles todo el partido y todos los detalles. Pues intentar describir canción por canción este tipo de estilo me parece una absoluta locura, ya que, en cada escucha, en función de tu estado de ánimo, te va a hacer sentir unas cosas o otras.

Solo diré que podremos encontrar voces limpias, voces más guturales, pasajes mas lentos y densos, pasajes más rápidos y heavys, incluso acercamientos y coqueteos con blast beats.

Temas con largos desarrollos, con vaivenes musicales, con montañas rusas de sentimientos, que te van a hacer viajar por los más recónditos lugares de tu mente y tus emociones.

Un claro ejemplo de lo que quiero expresar, es el tema de apertura, «Upon a Throne of Ruins», en el cual te demuestran lo que pueden hacer y lo que pueden hacerte sentir. Prácticamente todos los elementos descritos antes, están incluidos en este tema. Claro ejemplo que su música no es de asimilación sencilla, pero que, si te atrapa, no te deja ir.

«Mankind», es uno de los temas que más me gusta y que os puedo destacar, por los vaivenes de intensidades que hay dentro del mismo tema. Una montaña rusa en constante movimiento que no te deja y con unos de los estribillos más embriagadores de todo el disco.

«A New Breed of Slaves», es otro de los mejores temas del disco, muy destacable cómo va creciendo el tema, poco a poco, para convertirse en uno de los temas más cañeros para, casi al final, minuto 4:45 más o menos, el tema frena en seco, te abofetea y te devuelve a los pasajes densos y dooms, identidad de la banda.

En resumen, un enorme disco, de un estilo que nunca pensé que me gustaría tanto y que me atraparía tanto como este heavy/doom.

Si fuera de este año 2023, entraría entre los mejores del año seguro, y es posible que se cuele, haciendo alguna mención especial, ya que es un disco soberbio.

Por último, os recomiendo encarecidamente que los busquéis, en plataformas y que los descubráis, y por supuesto, que les compréis el disco, porque se lo merecen y porque así contribuiremos a que el metal no muera.