¿Que el metal está muerto? ¿Que la escena está acabada?
¡¡¡Pues no y no!!! Y más, con bandas jóvenes y prometedoras abriéndose camino en el mundo de la música.
Antes de nada, darle las gracias a Eyrem por hacernos llegar su disco para la reseña. Y gracias por demostrarnos a todos que el Rock y el Heavy están mas vivos que nunca y que la música hecha con el corazón no tiene fronteras. No me habría perdonado nunca el haber pasado por alto este disco debut.
Eyrem es una joven formación de Valencia nacida en el 2018 fundada por Fran Rivas y Víctor G. López, amigos desde años atrás, desde que militaban en una banda almeriense llamada Bastión.
Como en todas las bandas, los comienzos son duros y Eyrem tiene problemas en el seno de la formación, que hacen que se frenen los planes de grabación, habiendo solo un single «Allí Estaré» que más tarde se regrabará para este disco.
Después de un tiempo, Fran y Victor reemprenden la composición y tras un tiempo componiendo en «secreto» presentan un single «Podré volar», que sirve a la banda para presentar a los nuevos miembros Baltasar Lasso y Steven Palacios y anuncian que se avecina su primer trabajo, el mencionado «Siervos del Tiempo». Aparte, en el single, cuentan con la colaboración de Pablo Garcia (guitarrista de Warcry).
La banda está integrada definitivamente por:
- Fran Rivas a las voces
- Víctor G.López al bajo
- Baltasar Lasso a las guitarras
- Steven Palacios a las baterías
Y con esta formación y todo preparado, llega el 29 de septiembre y ve la luz este trabajo de debut. ¡¡¡¡Y qué debut!!!! Con semejante carta de presentación, han dado un puñetazo encima de la mesa y, a mi forma de ver, se han ganado un sitio dentro de la escena metalera desde ya.
Muy buen artwork, sobre todo la portada, en la cuál se ve el nombre del grupo por encima de unos engranajes como de relojes antiguos, haciendo referencia al tiempo. Ha sido realizada por Alex Tomas de Demarjal, que también ha llevado a cabo la producción musical del disco.
Con 7 temas (6 más la intro) han presentado sus cartas, y nos han dado una lección de cómo crear Heavy-Power Metal de muchos quilates y mucha calidad.
De entrada, nos atacan con la intro «Origen», que es densa y enigmática a la par que épica y que da paso a «Allí Estaré», donde se despejan todas las dudas. Lo suyo es power metal y no lo esconden. Utilizan todos los elementos, guitarras contundentes y dobladas, solos vertiginosos, teclados grandilocuentes y una voz melódica a la par que rasgada, que le da una seña de identidad única. Muy buen tema para empezar y con un estribillo que se te clava en el cerebro.
A continuación nos dan más caña con «Podré Volar» donde cuentan con la colaboración de Pablo Garcia, que realiza el sólo. Tema que sigue la estela, aunque aquí destaca sobremanera la batería de Steven, los cambios de ritmo son sensacionales. Al menos particularmente me han volado la cabeza.
Con dos temas ya me han ganado para siempre.
Sigue el tema «Maldición Dorada». En este tema los cambios de ritmos son frecuentes. entrelazando muy bien las partes más pausadas con las más galopantes sin perder un ápice de calidad. Mención aparte los teclados que le dan una epicidad al tema muy destacable.
El tema que le da titulo al disco, es el siguiente, «Siervos del Tiempo» y aquí desatan toda la energía que llevan dentro. Dobles bombos, riffs veloces e incluso un «pique» de sólos entre guitarras y teclados. El tema quizás mas cañero de todo el trabajo.
«Mil Batallas» es el siguiente tema. Quizás el mas «progresivo» de todo el disco. Y no progresivo al estilo Dream Theater, sino progresivo por los constantes cambios de ritmo, que hacen de la variedad una virtud. Partes mas «lentas» entrelazadas con partes mas «rápidas» en constante evolución durante todo el tema. Muy interesante y que necesita de varias escuchas para extraer todo su potencial.
Y para finalizar el disco tenemos «La Luz de mi Camino» que es una mezcla entre medio tiempo y balada, muy bonita y emotiva. El colchón que le dan los teclados a la voz de Fran queda realmente dulce y envolvente y los guitarrazos duros a la par que melódicos, un punto justo por debajo de la voz y los teclados le dan un aura muy sublime al tema. Y como dije la mezcla entre medio tiempo y balada es espectacular.
Muy buena carta de presentación de Eyrem, a los cuales les seguiré la pista muy de cerca, porque, aunque todavía tienen que acabar de definirse, han plantado muy buena semilla y si no se tuerce nada, apuntan muy alto.
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