Pocas veces estoy tan agradecido a alguien como lo estoy ahora. Gracias a mis amigos/compañeros del programa de radio «El octavo día» de Radio Cornellá. Gracias al programa especial que hacen cada año paralelamente con el Eurovisión del pop, ellos hacen Eurovisión del Metal. Se reparten países, y escogen propuestas que hayan editado disco en ese año que luego los oyentes votamos para ver quien gana.
Pues bien, en 2021, no recuerdo bien que persona del equipo trajo a esta banda belga, Thorium, presentando un tema del anterior trabajo «Empires in the sun». Creo recordar que el tema era «Exquisite» y el flechazo fue instantáneo. Si no fue ese tema, ya me rectificarán ellos, pero lo que es seguro que los descubrí ahí.
Y menudo descubrimiento, bandaza con una calidad bestial y que después de toda la mierda de la pandemia y demás, este año 2023 nos presentan la primera parte de lo que han pretendido sea un trabajo en dos partes.
La banda se formó allá por 2018 editando su primer disco homónimo, girando en su presentación con bandas como Ross The Boss o Geoff Tate en la gira de «Operation mindcrime», llegando incluso a parar en España. Después en 2021 nos entregan «Empires in the sun» donde les conozco y me hago fan suyo llegando incluso a ser uno de los afortunados que pudimos comprar la edición especial de Bushido con el pergamino dibujado a mano. Bushido fue el primer single adelanto de este «Extraordinary ….».
La banda está formada con la duda de la batería, que no se si han cambiado o no, por:
- David Marcelis a las voces
- Tom Tee a las guitarras
- Dario Frodo a las guitarras
- Jeroen Bonne al bajo
- Kjel de Raes a la batería
Como digo, este trabajo fue concebido durante la pandemia, y todo hace indicar que será en dos partes y si la segunda va en la línea de la primera, mamma mia lo que se nos viene.
Porque Thorium, aparte de estar sobrados de calidad, tienen unas composiciones que no dan tregua, cuando crees que la canción va hacia el norte, ellos la viran al sur, cuando crees que van a acelerar, frenan, es decir, sin llegar a ser una banda «progresiva» tienen unos cambios tan inesperados que no puedes relajarte un segundo escuchando. Y eso es una de las características que más me han gustado, la variedad de los temas y la variedad dentro de los temas, abarcando estilos como el heavy más clásico, el power mas canónico, la NWOBHM más añeja, pero con su propio sonido y sus señas de identidad.
Y adentrándonos en el trabajo en sí, la portada, realizada por la artista Sara Decat, la misma que realizó el comentado antes dibujo en pergamino de Bushido, es de esas portadas que actualmente cuesta de ver, dado que se nota que está dibujada a mano (no con ordenador como la mayoría) y es de las que hay que fijarse bien para apreciar los detalles, sobre aquí que pretender ilustrar un mundo en el cual podamos viajar entre continentes, al más puro estilo Willy fog. Portada digna de ver y estudiar con detenimiento.
Y musicalmente, producido por Tom Tee, mezclado y masterizado por el mago Simone Mularoni, han conseguido un sonido cuasi perfecto, limpio a la par que contundente, donde se escuchan todos los instrumentos por igual, incluso destacando el sonido del bajo que me ha apasionado en este trabajo. El tratamiento vocal y la forma de cantar de David es superlativa. Las guitarras y sus duelos son espectaculares y la sección rítmica sencillamente es brutal.
Antes del lanzamiento, ya nos dieron dos pildoritas de lo que podíamos esperar, “bushido” y “across the nations”, que me resultaron espectaculares y que me dejaron las expectativas muy altas, pero, joder, las han superado con creces. Y es que durante los diez temas y casi 50 minutos de viaje, no han parado de maravillarme con cada nota y cada estrofa.
Comenzando por la intro «Overture 1828» con unos coros épicos acompañando los acordes de las guitarras acústicas que desembocan en el tema «Age of aventure». Tema que empieza muy épico y al contrario de lo que parecería tras los primeros segundos, desemboca en un tema muy «happy» al menos en la música y con unos estribillos super pegadizos y coreables. Una forma muy feliz de comenzar estos extraordinarios viajes.
«Across the nations» tercera canción y segundo single es una de las canciones más cañeras del disco, entremezclando el heavy más clásico, con alguna pincelada más thrasher y una influencia más que clara de Iron Maiden. Canción que no te dejará respirar, te atrapará y no te soltará, ni incluso en la parte más calmada pues esta desemboca en unos solos frenéticos.
«Nightfall» es la cuarta canción y el videoclip que han estrenado el día del lanzamiento mundial. Tema sencillamente soberbio. Tema heavy metal 100% sin concesiones, y con unos coros tan espectaculares que no te quitarás de la cabeza y pensados para cantar a pleno pulmón en directo ¡¡Nightfall!!.
«Bushido» es la quinta canción y el primer single que nos ofrecieron. Tema veloz como el rayo y contundente como la tormenta que viene después. Me quedo sin palabras cada vez que lo escucho. No creo equivocarme al decir que es lo más rápido que han grabado nunca.
«Thorium» sexto corte y algo de calma en tanta tormenta musical. Tema algo más relajado y calmado, con unos tempos más lentos, más pesados diría, pero con la misma intensidad y pasión que nos han dado durante los temas anteriores. Y con unos cambios casi constantes de ritmo que te hacen estar más pendiente si cabe de la música. Tema de los que ganan con cada escucha.
«Morituri te salutant», es la séptima canción, tema instrumental duro y épico, con unos coros grandilocuentes que sirve de antesala a la siguiente canción.
«Gladiator» es la siguiente canción, octavo corte y el principio de la triada final del disco, donde nos ofrecen los temas más largos, más complejos y con más variaciones. Aquí en esta en concreto, aparte de ser un tema con unos riffs y unos solos más cercanos al thrash, la rabia que desprende David en algunas partes es lo más destacable. Pero como digo en este tema hay variaciones por doquier, lo cual lo hacen de lo más interesante.
«To sleep neath mountanious waves» es la novena pieza y la segunda más larga del disco. Aquí nos encontraremos de todo. Velocidad, melodía, contundencia, dureza, crudeza y una rabia en la voz de David como pocas veces. Y al igual que en el anterior tema, los cambios de ritmo y de sonoridades hacen que parezcan que haya varias canciones en una misma. De nuevo tema para escuchar y degustar.
Y llegamos al final con «Echoes of lost souls», el tema más largo de este trabajo, nueve minutos de canción. El tema más épico y denso del disco sin duda. Rozando hasta el doom al más puro estilo Sorcerer en varios pasajes. Tema que va creciendo en intensidad y densidad para terminarlo en alto, con la epicidad disparada y demostrando todo de lo que son capaces estos belgas.
En resumen, un enorme disco, del que esperaba bastante, pero me han sobrepasado en todos los sentidos y que hace que este más que deseoso de descubrir la segunda parte que espero vea la luz el próximo año…
Y deseando que los caminos de la banda y los mios se crucen algún día pudiéndolos ver encima de un escenario.
Fotografías cortesía de la web oficial de Thorium.