Marco Garau’s Magic Opera – «Battle Of Ice»

No hemos terminado el año 2022 y ya tenemos discazos preparados para el 2023. ¡¡Es de locos!!

Si hace unos poquitos días, me esforzaba en cerrar mi top anual, intentando ser honesto con mis gustos y escuchas anuales, ha llegado a mis manos esta promo y por lo más sagrado, que es una auténtica bomba sonora. Como dice un buen amigo mío, es café para los muy cafeteros.

Y es que hace cosa de un año, el Sr. Garau editó su proyecto Magic Opera, con un primer disco llamado «The Golden Pentacle» (febrero 2021) del cual tengo en mi debe el escucharlo, pues en 2021 con tal avalancha de lanzamientos, se me pasó por completo, y eso que otro buen amigo me lo recomendó e insistió bastante.

Y en este final de 2022, pasó por delante de mí el single adelanto de «Battle of ice», el tema «Ride into the sun» (benditas redes sociales en este caso) y me quedé tan maravillado que me puse en contacto con el Sr. Garau para tantear la posibilidad de tener una escucha y reseñarlo antes de su lanzamiento, pues me pareció, y perdón por el taco, una jodida maravilla de power metal, del de antaño, del que me enamoró allá por los 2000 y que hacía mucho tiempo que no degustaban mis oídos.

Desde aquí, y tanto por mi parte, como por parte de Rockmania, millones de gracias por enviar la promo, pues ojito con lo que se viene a principios de 2023…. (27 enero 2023).

¿Y quién es Marco Garau y su Magic Opera? Pues Marco Garau es el teclista de otra gran banda italiana, Derdian, para dar rienda suelta a sus gustos más cercanos al symphonic power metal, y donde nos cuenta las historias de la saga Amtork.

La banda está formada por:

  • Marco Garau a los teclados (Derdian)
  • Enrico Pistolese a las guitarras (Derdian)
  • Luca Sellito a las guitarras (Stamina)
  • Anton Darusso a las voces (Wings of Destiny)
  • Salvatore Giordano a las baterías (Derdian)
  • Ollie Bernstein al bajo (Illusion Force)

Y como decía antes, esto es café para los muy cafeteros. Esto es power metal de la vieja escuela, con tintes sinfónicos y aires hasta cinematográficos. Para mí, dignos sucesores del camino abierto por Luca Turilli en solitario.

Coros grandilocuentes, voces dobladas, riffs vertiginosos acompañados de unas baterías veloces y cabalgantes, todo ello aderezado y envuelto por la epicidad de los teclados. En resumen, una maravilla sonora que hará las delicias de todos los amantes del género, y, que, en mi caso, me ha hecho recuperar la ilusión en este estilo musical, que creía desaparecido.

Con una portada maravillosa y épica, al más digno estilo de los discos de power metal de los 2000. Solo con verla ya te entran ganas de escucharlo, de montar a tu caballo, enfundarte la armadura, empuñar la espada y salir a combatir.

Y en lo musical, nos adentramos en diez temas de puro power metal, épico, grandilocuente y maravilloso. ¿Por qué?

Porque la voz de Anton Darusso es de lo más peculiar, con muchos registros, pero a su vez, no es la típica voz chillona. Me ha encantado.

La dupla de guitarras, tanto Enrico como Luca, derrochan virtuosismo, clase, técnica y neoclasicismo por los cuatro costados y han hecho un trabajo espectacular.

La base rítmica es una máquina compacta que lleva en volandas al resto de la banda, y tanto Salvatore a la batería como Ollie al bajo han grabado un trabajo abrumador.

Y lo de Marco a los teclados y a la composición es de 10, sencillamente genial. No se cómo es posible que todo esto esté en su cabeza, pero lo está y lo plasma sublimemente.

«The black sorcery», tema que abre el disco, es buena muestra de lo que nos encontraremos, con un inicio tan épico con ese sonido de teclado medieval, que va in crescendo hasta el climax, donde el tema se despliega en todo su esplendor y nos enseñan todos los matices y los parámetros de su música. Con todas las cartas sobre la mesa, si te gusta el tema, sigue porque lo mejor está por llegar. Riffs vertiginosos, baterías arrolladoras, voces y coros grandilocuentes, e incluso tintes neoclásicos en las guitarras, por no hablar de la grandilocuencia de los teclados. Espectacular desde el segundo cero.

«The cursed crown», el segundo corte, aporta un elemento, que podría sonar discordante, pero que han acoplado de manera genial, las voces guturales. Tema más veloz que el anterior, con la misma épica y con el añadido de la dureza del gutural en algunos pasajes. Este tema es fiel reflejo de las influencias, al menos eso creo yo, del Sr. Turilli, ya que me ha recordado sobremanera a sus trabajos «King of the nordic twilight» o «Prophet of the last eclipse». Sencillamente genial.

«The legend of the demon´s cry», tercer corte, es otra maravilla de power metal, veloz, épico y medieval. Con unos coros tan grandilocuentes y hasta me atrevería a decir cinematográficos, que te atrapan, te envuelven y te hacen creer que estás en una película o en una villa medieval. Muy destacables los pequeños guturales que acompañan y doblan los coros del tema, una sutileza muy bien colocada, y de nuevo los apuntes de las guitarras neoclásicas, que resultan tan bellas.

«Assault on the castle», cuarta entrega del disco, volvemos a ver a los Magic Opera más cinematográficos y épicos, entrelazando las voces limpias y guturales, dándole un tinte de agresividad al tema, que, entremezclado con la epicidad, deja un tema de lo más agradable a la escucha, y que te provoca pensar que estás o bien asaltando el castillo o bien defendiéndolo.

«Ride into the sun», quinto corte y primer single, poco más que añadir a lo dicho al principio, ha sido mi primer acercamiento y ha sido el tema con el cual ha surgido el amor. ABC del power metal y como reza el estribillo, «for me, for you, for everyone I ride into the sun!!!»

«White dragon» es el sexto tema, un tema que puede confundir a cualquiera, con su principio lento, al más puro estilo balada épica, piano y voz a capela, y que poco a poco va introduciendo elementos, como la batería y las guitarras, y que van haciendo que el tema vaya creciendo, poco a poco hasta desembocar, hacia los dos minutos de tema, en otro cañonazo marca de la casa. Y ojo que tenemos un tema de siete minutos de largo, en el cual se explayan de lo lindo con todos los elementos que nos han ido cautivando durante todo el disco.

«The shadow man», séptimo tema, y por fin, un respiro, una balada, para poder relajar un poco después de tanta caña. Tema preciosista con vaivenes que lo acercan a un medio tiempo, pero mantiene la esencia de la «típica» balada y que cuenta con uno de los mejores solos del disco para mí.

«The book of evil», octavo tema y retomamos la velocidad, el virtuosismo y el neoclasicismo. Otro temazo rápido y veloz pero que, a su vez, en sus partes centrales derrocha guitarras neoclásicas y solos de auténtico vértigo. Otra joya dentro de esta maravilla de disco. Y mención especial a la voz de Anton Daruso que en muchos pasajes me ha recordado al Fabio Lione más agresivo.

«Under siege», noveno corte y ya acercándonos al final del trabajo y si has llegado hasta aquí, eres como yo, un apasionado de este género. Manteniendo la misma línea de todo el trabajo, aquí las partes más neoclásicas le ganan terreno a las mas power metaleras quedando un gran tema para ir disfrutándolo con cada escucha y apreciando su infinidad de matices.

Y llegamos al ultimo tema, «Battle of ice», y como mandan los cánones del género, el tema más largo se deja para el final. Once minutazos donde la banda al completo demuestra todo lo bueno que tienen dentro y que saben hacer, velocidad, melodía, neoclasicismo, voces dobladas, voces más agresivas, teclados épicos y envolventes. Vamos, la ópera prima del disco y manteniendo la tradición de las mejores obras del género, en las cuales, la explosión de todos los elementos y la demostración de epicidad y virtuosismo siempre se deja para el final.

Y con esto, llegamos al final del disco y de la reseña de uno de los mejores discos, creo, que escucharé en 2023.

Gracias a Marco Garau´s Magic Opera, por hacerme recuperar la ilusión en este tipo de power metal tan querido y odiado a partes iguales por la audiencia en general y que yo había dado por muerto, pero craso error, pues con genios como Marco sigue más vivo que nunca.